Una lágrima


    Solo me acompaña, en esta noche petulante de nostalgia, una lágrima que nace de mi ojo izquierdo y muere en mi pecho.

    Estoy solo, aunque muy bien acompañado, solo, aunque muy bien apartado de todo y de todos.

    Quiero, pero no puedo, no sentirme tan solo, pero no puedo. 

    Solo me acompaña el tiempo y la soledad de aquella lágrima que recorre mi rostro. 

    Me siento, aunque me siento solo, solo.

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