Dividido entre cero
He empezado a parir este sentimiento que estuvo
encerrado por las circunstancias y que el tiempo ha sabido soterrar.
A pesar de todo, ninguna semana dejé de sentir
que el simple lunar estacionado debajo de tu ojo, luce tan bien como tus labios
rellenos de amor y ternura.
Pero qué puedo hablar de tus labios, si solo los
he acariciado en mis sueños, los he imaginado por las mañanas cerca de mi pecho,
en mis desalientos, en mi realidad volátil.
Embriagado por esa fantasía épica que lidiaba
su propia batalla en contra de mi verdad, no me daba cuenta de que estabas
escapando de puntillas, tratando de irte sin dejarme.
Y sin embargo me dejaste, o quizás te dejé ir,
o solo fue un espacio que tenía entre tu piel y mi alma el que nunca se pudo acortar.
Ahora has multiplicado tu amor por dos, y sin
fiebre de por medio, yo me he dividido entre cero.
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